"los pajaros cantaban la madrugada porteña, solo por unas horas. la historia cuenta que ella llego tipo cuatro treinta. bici a la baulera y subió cuatro pisos. respiro profundo en la puerta y parpadeo varias veces, arrastrando algo de aire al pestañazo, el último empujón para la entrega. entre que la computadora se prepara, ella acecha su guarida estructural, desprendiendose de todo lo ajeno y callejero y social, deja caer sobre la cama una camperita y una mochila, cuando el ruido de una bolsa suena. papa-chicos-cena-bolsitadeemi-. "porfin" se atreve a pronunciar interrumpiendo el silencio nocturno apenas diseñado por un tren arrastrado, un motor que juega a ser rufián y dos pajáros que se enamoran fuera de contexto. creeme que no hay mejor momento que en una entrega para encontrarte con semejantes dulces y un mensaje de un ser querido!"
me cambiaste el día mal...linda...posta...
mi querida chuly...
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