miércoles, 24 de octubre de 2007

callcenter

"Podríamos plantear el debate más o menos así: nos devaluamos, nos empobrecimos, por eso esta industria crece. Qué bien: ahora hay trabajo para todos. Qué mal: el trabajo es precario, flexibilizado. Qué bien: es trabajo en blanco, integra a los jóvenes a la economía formal. Qué mal: los explota por un cuarto de lo que debería pagar el capital transnacionalizado que los precisa como mano de obra. Qué bien: les sirve a los estudiantes para costearse sus estudios. Qué mal: no tiene ninguna proyección, es opresor, estresante como todo empleo taylorista y sólo sirve por un tiempo, tal vez, para costear parte de tus estudios. (…). Qué mal: hay que estar todo el tiempo sobrevigilado por un sistema de sistemas puestos al servicio del control de la empresa. Qué bien: es un laburito para ir tirando. Qué mal: es un laburito para ir tirando."
Rolling Stone

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